30 de Abril 2024

 

La “activa labor de difusión” que ha llevado a cabo el biólogo Lluís Montoliu en múltiples plataformas y formatos multimedia así como la  “trayectoria prolongada y sobresaliente” de Pere Estupinyà, director y presentador del programa ‘El cazador de cerebros’ (TVE), en la transmisión del mejor conocimiento a la sociedad, han sido reconocidos en la III edición de los Premios CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

En la categoría dirigida a investigadores que hayan contribuido a la difusión del conocimiento a la sociedad, el galardón ha reconocido a Montoliu, investigador científico del CSIC y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología, por compaginar “una carrera científica de primer nivel” con una extensa labor divulgativa “que destaca por su calidad”. En particular, el jurado ha resaltado “la comunicación que ha realizado en torno a la edición genética y las enfermedades raras”, que ha alcanzado “audiencias muy diversas” a través de múltiples formatos, como su blog Gen-Ética, su canal de Youtube y sus seis libros divulgativos, así como sus numerosas colaboraciones en prensa, radio y otros medios.

En la categoría de periodistas especializados en comunicación científica, el jurado ha galardonado a Estupinyà por introducir “nuevas formas de llevar la ciencia a todos los públicos, a través de distintos canales y medios –televisión, radio y libros– manteniendo siempre el rigor y con un alto impacto”. El acta del premio resalta que “la comunicación que realiza abarca un amplio abanico de disciplinas”, tal y como refleja el “programa de referencia” al que ha dado forma y dirige en La 2 de la televisión pública, así como la sección semanal de actualidad científica que presenta en ‘A vivir que son dos días’, de la Cadena Ser, y los seis libros divulgativos con los que también ha logrado trasladar los avances en la investigación al público general.

Además, los jóvenes periodistas científicos Alejandro Muñoz y Ana Lozano han recibido las dos Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica, que les permitirán realizar estancias en institutos, laboratorios y centros del CSIC para conocer de manera directa todo el proceso de investigación. Con esta inmersión, tendrán la oportunidad de interactuar con investigadores y conocer el desarrollo de proyectos científicos singulares, para reforzar su especialización en comunicación científica.

Tanto los dos Premios –dotados cada uno de ellos con 40.000 euros– como las dos Ayudas –dotadas cada una de ellas con 35.000 euros– forman parte del Programa de Impulso a la Comunicación Científica creado en 2021 por el CSIC y la Fundación BBVA. Su objetivo es reconocer e incentivar el trabajo indispensable de los periodistas y comunicadores que informan de manera rigurosa y atractiva sobre los avances de la ciencia, así como mejorar la formación en este campo decisivo para la cultura científica de la sociedad.

Lluís Montoliu: Contar historias para acercar la genética y la bioética a la sociedad

“Desde que tengo memoria, siempre me recuerdo a mí mismo contando historias”, relata Lluís Montoliu (Barcelona, 1963). Comenzó a divulgar ya desde su etapa como estudiante de Biología en la Universidad de Barcelona y, cuatro décadas más tarde, se ha convertido no solo en un destacado investigador en campos como la edición genética y las enfermedades raras, sino también en un exitoso divulgador que ha logrado transmitir el mejor conocimiento sobre su área de estudio a amplias audiencias, a través de múltiples canales y formatos.

En el año 2005, el galardonado recibió un mensaje enviado por el padre de un niño con albinismo que le pedía que les explicara, a él y a otras familias en la misma situación, en qué consistía aquella enfermedad desde el punto de vista científico. Montoliu no dudó en aceptar la invitación y aquella charla sobre el albinismo impulsó definitivamente su trayectoria como divulgador científico. Al año siguiente, ayudó a constituir la asociación ALBA de ayuda a personas con albinismo y desde entonces ha forjado una estrecha colaboración con los pacientes y sus familiares que se ha traducido en una gran variedad de proyectos de comunicación.

“El ver que por una vez están entendiendo lo que les pasa a sus niños y a sus niñas, eso no tiene precio”, apunta. Al mismo tiempo, el propio Montoliu resalta que también se ha beneficiado de esta colaboración: “Mi gran escuela de divulgación son los pacientes. Tú puedes saber mucho de una determinada enfermedad porque la has investigado, pero tienes que aceptar que los pacientes saben siempre más que tú, porque ellos conviven con la enfermedad 24 horas al día”.

El investigador premiado ha logrado alcanzar un público masivo gracias a sus seis libros de divulgación –entre ellos, ‘Editando genes: recorta, pega y colorea’ (2019) sobre la técnica CRISPR y ‘¿Por qué mi hijo tiene una enfermedad rara?’ (2023)–; su blog sobre los límites éticos de la investigación Gen-ética –alojado en la plataforma divulgativa Naukas, con más de 300.00 usuarios únicos–; centenares de artículos en los principales periódicos e intervenciones en programas de radio y televisión, así como numerosas conferencias y clases en institutos de educación secundaria. También ha apostado por la comunicación científica a través de las redes sociales, donde ha logrado un amplio número de seguidores en X (antes Twitter), YouTube, LinkedIn e Instagram.

En su serie de vídeos Biotente, que comenzó en marzo de 2020 y acumulan más de 304.300 visualizaciones, aprovechó el juego de construcción TENTE –con bloques similares al Lego– para explicar diversos aspectos de la genética, centrados inicialmente en el coronavirus y su diagnóstico, pero incluyendo también la importancia de la epigenética o los riesgos y limitaciones de la edición genética.

Más recientemente, ha explorado otras redes como Threads, Mastodon o Tiktok: “Si hay un vídeo de uno o dos minutos que llega a gente a la que habitualmente no le llegaría yo porque no está en las otras redes, bienvenido sea”, expone. En todo caso, reconoce que su medio preferido es la radio, y desde 2019 colabora regularmente en el programa ‘A hombros de gigantes’ de Radio Nacional de España: “Ahí no hay imágenes, estás tú solo con las ideas que quieres contar. Y si logras pintar con palabras lo que quieres explicar, tienes un objetivo conseguido”, apunta.

Su alcance y, sobre todo, el interés que suscita en sus conferencias para públicos de todas las edades constatan, según el galardonado, que a la sociedad sí le interesa la ciencia. “Corren mensajes de que la juventud está desconectada de todo, pero no es verdad. Si utilizas las palabras adecuadas, puedes contactar con ellos”, afirma. En este sentido, defiende que no hay un solo estilo correcto para la divulgación, sino que el éxito radica en el “diálogo”. “Lo que cuenta es si has conectado con el público o no”, resume.

Como investigador, aprecia el valor de comunicar sus propios descubrimientos científicos por la “satisfacción” que le aporta y también por “la ocasión de conocer a gente maravillosa a la que probablemente nunca hubiera llegado sin la divulgación”. Aunque celebra la oferta cada vez mayor de cursos para aprender a trasladar los resultados de la investigación a públicos no especializados, considera que estos deberían incorporarse a la formación que se imparte al inicio de la carrera investigadora.

Por la naturaleza de su trabajo científico, muy ligado a la experimentación con animales, Montoliu también ha impulsado una novedosa línea de divulgación en torno a la bioética. El galardonado defiende que es fundamental que la sociedad sepa que la ciencia también se rige por normas y leyes, y que las reflexiones en torno a la conveniencia o no de hacer un determinado experimento forman parte integral de la investigación en genética: “Es muy importante que la sociedad confíe en la comunidad científica. La ética no suele ser un tema habitual de divulgación, pero yo me he empeñado en que lo sea”.

 

Noticia elaborada por Comunicación CSIC y Comunicación Fundación BBVA