Los resultados del estudio, llevado a cabo en colaboración con la Universidad Monash (Australia), demuestran que la interacción genética entre ICA1 e ICA2 regula el ciclo de división celular, alterando así el tamaño de la célula y, consecuentemente, el crecimiento de las plantas en zonas de alta temperatura.
“En especies vegetales con una amplia distribución geográfica, las variedades de diferentes regiones del mundo tienen diferentes tipos de plasticidad a la temperatura, que son un reflejo de las adaptaciones a diferentes entornos naturales”, explica el investigador del CSIC Carlos Alonso-Blanco. “Hemos encontrado una relación entre las mutaciones naturales en la secuencia de ICA2 y la temperatura ambiental en variedades de Arabidopsis de diferentes localizaciones geográficas, lo que indica que este gen podría estar implicado en la adaptación de las plantas a diferentes climas”, añade.
La duplicación genética es un mecanismo evolutivo que aumenta la diversidad de las plantas. Los análisis genéticos y funcionales de este trabajo han demostrado que ICA1 e ICA2, muy próximos en el genoma, se comportan como un locus complejo. En algunas variedades naturales, la función conjunta de estos genes produce un defecto del crecimiento que está condicionado por el incremento de la temperatura en la que crecen las plantas.
Mendez-Vigo B, Ausin I, Zhu W, Mollá-Morales A, Balasubramanian S and Alonso-Blanco C. Genetic interaction and molecular evolution of the duplicated genes ICARUS2 and ICARUS1 confer growth adaptation to ambient temperature in Arabidopsis. The Plant Cell. DOI: 10.1105/tpc.18.00938