“Nuestro trabajo demuestra la robustez de la ruta evolutiva que permite la adquisición de resistencia al fármaco ceftazidima en distintos contextos genéticos P. aeruginosa. Así sería posible, al menos en el caso de diferentes bacterias resistentes que hemos estudiado, homogeneizar poblaciones heterogéneas utilizando un primer antibiótico, la ceftazidima, y después emplear un segundo antibiótico, la tobramicina o la combinación de tobramicina-fosfomicina, para inhibir el crecimiento de esas bacterias, que ahora sí serían sensibles tras el primer fármaco”, añade la científica.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores han empleado la técnica de Evolución Adaptativa en Laboratorio (ALE, por sus siglas en inglés). “En los últimos años se ha demostrado que el uso indebido de antibióticos es una de las principales causas de que pierdan su efectividad. Con este trabajo queremos destacar la importancia de estudiar la evolución de la resistencia a estos fármacos, ya que se podrían detectar otras posibles rutas evolutivas en base a las que diseñar nuevas estrategias de tratamiento, haciendo un uso más racional de los antibióticos”, concluye la investigadora del CNB-CSIC.
Sara Hernando-Amado, Fernando Sanz-García y José Luis Martínez Menéndez. Rapid and robust evolution of collateral sensitivity in Pseudomonas aeruginosa antibiotic-resistant mutants. Science Advances. DOI: 10.1126/sciadv.aba5493